El ex concejal y dirigente del FpV, Ing. Carlos Filippini, consideró que los cambios que sufrió la ordenanza que establecía que la empresa Cablevisión debía soterrar su cableado aéreo es “otro caso más de los muchos que tenemos en Mar del Plata donde una buena intención se termina convirtiendo en una cobertura para alguien o para algo”.

“Es la misma historia del tema de la construcción y las excepciones que se fueron dando”, comparó. Según su razonamiento, la “buena intención” la constituyó “la primera ordenanza que ordenó el soterramiento del cableado y dio plazo para llegar a hacerlo”. No obstante, indicó, “eso no se hizo y, en cambio, se comenzó a distorsionar la ordenanza original: en lugar de las zonas que se delimitaron en la primera, se buscó usar como parámetro las zonas donde está soterrado el alumbrado público”.

“Esto sonaría lógico para aquel que no se tome el trabajo de tomar un plano de Mar del Plata y ver dónde está el soterramiento del alumbrado público y no se de cuenta de que no tiene nada que ver con la ubicación geográfica porque está soterrado en distintas zonas”, advirtió, a la vez que subrayó que “se varió horrendamente el espíritu de la primera ordenanza a algo que nunca podría haberse cumplido”.

“De hecho, si hoy uno analiza sobre un plano los lugares donde hay soterrado de alumbrado público, ve que son lugares absurdos: el perímetro del Parque Camet o la avenida Champagnat”, ejemplificó en declaraciones a Radio Nativa.

En ese orden, Filippini recordó que al inicio de la actual gestión municipal “se habló de buscar algún tipo de contraprestación hasta tanto Cablevisión no estuviera el tema solucionado; incluso estaba en discusión la red de semaforización de la ciudad”.

“La alternativa era que pagaran mientras no lo hicieran pero, por supuesto, de eso no se hizo nada y desconozco la razón”, agregó.

En otro párrafo, el ex edil dijo haberle “llamado la atención” el hecho de que “no existía ninguna notificación de parte del Ejecutivo respecto del incumplimiento de los plazos”.

Sin embargo, reconoció que “poco tiempo después de que comencé a ver este tema, la gestión sí le hizo dos inspecciones (a Cablevisión) y envió dos cédulas de notificación al Tribunal de Faltas para explicar el porqué de la no regularización de la instalación en los plazos que tenía que hacerlo”.

“Esas dos inspecciones que hizo el Ing. Regidor dio una vuelta burocrática larga porque en el tiempo que estuve en el HCD nunca llegó al Juez o no tomó el Juez de Faltas una decisión de fondo para este tema”, manifestó.

En ese marco, Filippini sostuvo que el incumplimiento de la firma prestadora del servicio de televisión por cable “se asemeja a otros problemas crónicos de la ciudad que no fueron resueltos, no porque no haya solución sino porque en lugar de ver cuál es el problema desde el punto de vista general, la sociedad se enfoca en un pedacito de tema”.

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