“AVERROISMO”
 
En la edad media, el filósofo de origen árabe Averroes, elaboró su teoría de la “doble verdad”, pretendiendo justificar el doble estándar o lo que luego fue la doble moral, esto se conoce en la historia de la filosofía universal como “averroísmo”.

En nuestra cultura política reciente se ha instalado con fuerza esta doctrina de la doble verdad, de los dobles discursos, de la doble moral.
Ayer mismo lo señalaba en su discurso la señora Presidenta de la Nación, cuando afirmaba: “está esa cosa que siempre se nos ha asignado a los políticos, como la del doble discurso, pero en realidad hay doble discurso y en algunos casos también parece ser que hay dobles contabilidades. En fin, hay muchas cosas dobles en la República Argentina".

Para quienes, adscribimos a una visión filosófica realista, donde la verdad encuentra su fundamento en la realidad, - “la verdad esta en las cosas”, nos enseña Pieper – no es admisible este doble estándar.
“La única verdad es la realidad”, es una de las máximas políticas que nos legó el Gral. Perón, a quienes nos identificamos como peronistas, es decir coinciden nuestra visión tanto filosófica y política, que conforman nuestra cosmovisión.

Por tanto debemos señalar que no aceptamos la imposición de visiones tendenciosas, sesgadas, parcializadas e interesadas, desde el interés que pretenden defender, sin explicitarlo llevando agua para su propio molino.
Ello es atentatorio del principio político rector que nos mueve, el cual no es otro que la búsqueda del bien común.

De ahí entonces que rechazamos las visiones mediáticas que presentan como “todo negativo” a lo que provenga del oficialismo y como “todo positivo” a lo que venga de la oposición.

En concreto si un diputado apoya al oficialismo, habiendo sido elegido por una lista opositora, según este doble estándar, se borocotiza, traiciona, pero si un vicepresidente vota en contra de su gobierno, es independiente y está bien.

Si sos oficialista y te prestás a una entrevista, sos sometido a una inquisitoria, si sos opositor podés expresar libremente, sin repregunta y sin necesidad de explicar o fundar nada de lo que decís.
Si pedís que un diputado opositor de fortuna, explique las llamadas que recibe en su celular o como se compone su patrimonio, eso es persecución política, pero si se investiga o denuncia a un oficialista, eso es transparencia.

Ley que no es pareja, no es rigurosa, todos somos iguales ante la ley, garantiza nuestra “Carta Magna”, pero en la práctica algunos son más iguales que otros, según como los medios nos lo digan o nos lo impongan.
Ahora bien si de verdad queremos construir una sociedad, un país en serio, debemos ser serios y rigurosos en el accionar, debemos VER la realidad tal cual es, para poder JUZGAR, es decir discernir y en consecuencia ACTUAR, coherentemente con una escala de valores objetiva que nos permita reconocer al otro tal cual es y no estereotipado como nos lo quieren hacer aparecer, de acuerdo a los intereses que se defienden pero no se explicitan, por cuanto no se busca el bien, valor en si, que se convierte en valor para mi.
 
040909