NO SE PUEDE VALLAR LA INDIGNACIÓN


Soportamos los 90. Todo lo que podía esperarse del Estado se sabía que no iba a aparecer. Ello era solo un poquitín menos seguro que la certeza de que cualquier negocio privado iba a prevalecer sobre el interés público…, sobretodo si había números suficientes de por medio.

Pero ahora ese malhadado tiempo se calcula que pasó…   ¿Oh no?

Veamos lo que nos deparó la última sesión del HCD.

Unas buenas gigantografías, no demasiado gigantes pero sí terriblemente explícitas, mostraron a curules, personal y público una larga valla separan-do la rambla de la playa, de la arena.

Todo marplatense, de origen o por adopción no podía dejar de indignarse.

No tener acceso a esa playa ya era demasiado… el menemato había pasa-do, las privatizaciones ya se habían llevado todo.

Los lobos y la bajada son demasiado nuestros para que ahora dejaran casi de serlo…   para que nos vallaran la postal… nuestra postal.

Y cuando, porque somos educados, o porque somos pacientes, o porque somos una manga de idiotas acostumbrados a que nos follen (término gallego), en vez de ir en turba a tirar abajo la cerca a patadas, solo nos permitimos escuchar expresar nuestra indignación a través de algunos terceros ─ marplatenses al fin ─ que mucho nos han indignado en otras circunstancias, entonces ….  nos encontramos con una serie de retruécanos leguleyos y hasta aún legales… quien podría saber!!! : que la Provincia… que las cartas de intención… que los convenios de Daniel Katz y Solá….  ¿Y quienes los proferían?  ¿Acaso el factótum del desaguisado? ¿El directo beneficiario? ¿Alguno de aquella clase de traidores que se tendría que haber ido y se quedó? NO, DE NINGUNO DE ELLOS. Los débiles, fútiles y mezquinos argumentos surgieron… de los más nuevos representantes del pueblo marplatense, de los que más se puede sospe-char que son gente no contaminada. De los que recién llegan. Y parecían ingenuamente convencidos….

No se encierren muchachos. Piensen un poco en marplatense, no en obedecer. Están haciendo política, aunque no parezca, están haciendo política.

Como el Señor, también los Pueblos a los tibios los escupirá de su boca.