170716 Roberto Cachanosky

El economista, Roberto Cachanosky considera que "si no se baja el gasto público y la presión tributaria" difícilmente se cuente con un flujo de inversiones para que Argentina crezca. Es pesimista respecto a la reforma tributaria que piensa impulsar el Gobierno. Criticó duramente los planes sociales al considerar que al no tener límite no se genera el incentivo para trabajar. A continuación su opinión sobre estos temas como así también la suba del dólar.

Por Liliana Franco

P: El jefe de Gabinete, Marcos Peña, aseguró que luego de los comicios de octubre "no viene el ajuste". En función de esta declaración ¿es posible que la Argentina crezca de manera sostenida sin efectuar un ajuste al gasto público?

Roberto Cachanosky: En rigor hoy hay un fuerte ajuste que es sobre el sector privado. Es este sector el que tiene que soportar la pesada carga de un sector público con niveles de gasto público récord que se traduce en una presión tributaria también récord y, encima, con déficit fiscal. Si no se baja el gasto público y la presión tributaria, entre otras medidas, difícilmente tengamos un flujo de inversiones que pongan a la Argentina en una senda de crecimiento de largo plazo.

P. ¿Piensa que la reforma tributaria tendrá una baja sustancial de la presión impositiva sobre el aparato productivo?

R.C.: Tengo la impresión que no van a hacer una reducción significativa de impuestos y menos una profunda reforma tributaria. Sin eso no veo razones para que las inversiones vengan a la Argentina. El impuesto a las ganancias que pagan las empresas en Argentina es del 35%, que sin ajuste por inflación es más alto. El promedio de la UE es del 20,48%, el promedio de LATAM es del 27%, el promedio de Asia es del 22% y el promedio de los países de la OECD es del 25%. La pregunta es: ¿por qué van a venir aquí las inversiones si pueden y a otros países en los que pagan menos impuestos? No somos impositivamente competitivos.

P: ¿Usted considera que es necesario un recorte al gasto público?

R.C.: No es solamente bajar el gasto público sino reformar el estado. Hoy tenemos un gasto público alto con un estado que no presta los servicios básicos. Lo que digo es que hay que bajar el gasto y mejorar la forma en que gasta. Posiblemente haya que incrementar el gasto en seguridad y bajarlo en otros rubros. En lo que hace a la baja de los planes sociales sin duda hay mucho para recortar porque ese rubro se ha transformado en una fuente de clientelismo político y corrupción. La democracia ha derivado en una competencia populista. Los planes sociales no tienen límites de tiempo y la gente que los recibe no tiene estímulos para ir a trabajar. Las pensiones por invalidez, que pasaron de 78.000 en 2003 a 1.053.000 en 2016 son un escandaloso negocio de médicos, punteros políticos, intendentes, etc. Hay mucho para recortar en esos planes que no son sociales, son planes de corrupción y uso político

P: ¿Estima que la suba reciente del dólar tendrá un traspaso a precios? ¿De qué magnitud?

R.C.: No creo que sea la suba del dólar la que afecte los precios sino la depreciación del peso. El BCRA viene emitiendo a un tasa del 31% anual y el peso se deprecia por esa razón. La ilusión óptica es creer que suben los precios cuando en realidad es el peso el que se deprecia. Esta situación puede ponerle un piso cercano al 1,8% a la inflación mensual.

P: ¿En cuánto estima el PBI para este año y la inflación?

R.C.: Considerando el bajo punto de partida, por razones estadísticas, por la actividad agropecuaria y la obra pública, podemos esperar una aumento del PBI del 2% y una inflación en el rango del 20/22 por ciento en 2017.

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