170406 Curas en opcion

La situación social, la vida (y muerte) de los pobres se agrava día a día. Como grupo de curas hemos suspendido la publicación de nuestras cartas quincenales, pero no por falta de material sino por el contrario, por la conciencia de que, a la velocidad del deterioro, la desidia, y la violencia social, económica y simbólica, nuestras cartas deberían ser diarias. Pero además, por la evidencia de que estamos ante un gobierno ciego, sordo y mentiroso.

Por Curas en la Opción por los Pobres

El mes de marzo que acabamos de concluir dejó multitudes en calles y ciudades del país como imagen evidente del hastío y la rabia. Pero no solamente las mismas fueron negadas o disimuladas, sino incluso ninguneadas con la excusa del “choripán” y el “colectivo”. Y así pareciera que los cientos de miles fueron “nada” en comparación con los pocas decenas de miles que fueron – al decir poco feliz del Presidente Macri – sin choripán ni colectivo. Repudiamos estos dichos y – sobre todo – lo que esto dice de los pobres y el pueblo.

El paro docente sigue sin solución, y como única respuesta la Gobernadora Vidal endurece su posición e incluso redacta (mal) una carta amenazadora. El gobierno nacional DEBE cumplir la Ley y convocar la Paritaria Nacional Docente.

Crece semana a semana el endeudamiento externo, pero (y lamentablemente es algo ya conocido) crece a la par de la fuga de capitales. Así por muchos años el futuro de los argentinos – particularmente de los pobres – queda hipotecado y sin esperanzas.

El blanqueo (ahora es bueno, y antes era malo, algo característico de la “doble vara” oficial) es presentado como un triunfo, incluso a pesar de la escandalosa incorporación en el mismo, de los familiares de los funcionarios.

El Indec, que antes era manipulado y mentiroso, - al decir de los que ahora lo manipulan y mienten - arroja algunas cifras poco creíbles, pero todavía preocupantes para la salud de la República.

El masivo cierre de fábricas (más de 5000 sólo en 2016) y la muerte de la industria, alentada con una importación indiscriminada, nos lleva a volver al añorado “granero del mundo”. Pero de unos pocos “granos”, ya que se han derrumbado las economías regionales, la producción y consumo de leche está en una preocupante baja histórica (¡y se trata de la vida de nuestros pibes!), la industria vitivinícola en crisis y en 2016 el salario mínimo perdió 29% de poder de compra de alimentos. No hace falta señalar que la soja no solamente es altamente contaminante de suelos y aguas sino que, además, es desocupadora serial de los trabajadores del campo y se le han reducido impuestos que iban a hospitales, caminos y el sostenimiento de los municipios del interior, ahora ahogados por las deudas impagables de la vida diaria. Y la UATRE es cómplice de eso, por cierto.

Repudiamos sin ninguna duda el aumento de la represión. Algo que ha caracterizado a este gobierno desde sus comienzos. La violencia contra los indígenas qom en Santa Fe, las detenciones arbitrarias – particularmente de menores – en muchos casos frenada por los mismos ciudadanos, la presencia de efectivos policiales sin identificación, y la violencia ejercida contra un comedor en Lanús son ejemplos evidentes no solamente del desprecio hacia los pobres (¿qué es si no, entrar a los balazos y con gas pimienta en un lugar donde hay pibes comiendo…?), sino también de la necesidad de medidas ejemplificadoras. Ya hemos señalado desde hace tiempo que “este modelo no cierra sin represión”. A esto debemos sumar la reforma migratoria impulsada por decreto contra nuestros hermanos y hermanas de la Patria Grande a los que históricamente hemos abierto las puertas y el corazón.

Repudiamos también, la compra brutal de armas; por lo que significa en nuestras relaciones con los países vecinos, por lo que representa simbólicamente y por la injusticia flagrante de una escala de valores (que rechazamos). Creemos que el “terrorismo” o el “narcotráfico” no pueden ser combatidos con aviones de guerra, tanques o lanza misiles y pistolas Taser X26 (que la CIDH analiza prohibir a pedido de entidades nacionales). A la “guerra contra el narcotráfico” ya la hemos repudiado desde hace meses porque ha demostrado su sistemático fracaso histórico.

Repudiamos, si de terrorismo se habla, el abandono por parte del Estado de la búsqueda de la verdad en el encubrimiento del atentado contra la AMIA. Pero lamentablemente es algo sabido en las actitudes del gobierno desde el principio, además de una suerte de “política oficial” de sus amigos. La inexplicable retirada de los abogados querellantes del juicio por encubrimiento “a favor de los culpables” no hace más que confirmar la intención de este gobierno por seguir encubriendo. También debemos mencionar el vergonzoso silencio de gran parte de los representantes de la comunidad judía ante estos hechos.

La manipulación de la justicia es sistemática. Las presiones con juicios políticos, con renuncias por límite de edad, entradas por la ventana de jueces o fiscales desdicen día a día la frase posverdadera del Presidente cuando afirmó que no quiere “una justicia macrista”. El escandaloso caso de la detención ilegítima de Milagro Sala, recientemente reafirmado en su ilegalidad por la Procuradora General de la Nación, es una muestra de esto.

Siendo doce (12) los jueces federales de la Ciudad de Buenos Aires resulta increíble, y casi una burla al sentido común, que se pretenda que creamos que “el sorteo” siempre recae sobre los mismos dos jueces, “curiosamente” amigables del gobierno actual y con enemistad manifiesta con el anterior. Ya hemos hecho frecuentes referencias a lo impresentable que son algunos jueces, fiscales, camaristas y supremos. El “caso Bonadío” –de clara animadversión hacia la Presidenta m.c. Cristina Fernández– no merece ser comentado. Por evidente.

Nos resulta preocupante el deterioro de la calidad democrática. Y la complicidad de los principales medios, solo preocupados por sus negocios. Y – también lo hemos dicho – el silencio escandaloso (¿y cómplice?) de los obispos que en la práctica convalida la depredación de la economía, el trabajo y la salud de los pobres.

No nos mueve ninguna actitud destituyente ni, menos aún, golpista. Quisiéramos que este gobierno termine su mandato constitucionalmente. Pero también quisiéramos que cambie radicalmente sus políticas, aunque nos cuesta creer que tenga esa capacidad de cambio. Como se ha dicho, el cambio que propusieron fue ciertamente de “reversa”. También quisiéramos que el gobierno abandone ese discurso violento y discriminador más propio de un odio de clase que de una voluntad democrática de gobierno para todos.

Estamos en las vísperas de un paro general (que antes era bueno, y ahora es malo), que en estos días es deslegitimado desde el discurso del Presidente Macri y los medios militantes. La huelga es un derecho constitucional, pero además es una medida de protesta colectiva. Este gobierno de ideas liberales propugna una salvación individual, una mirada estrictamente centrada en un supuesto mérito personal, desconectado de la suerte colectiva, privilegiando lo privado frente a lo público. Le habla al pueblo trabajador con desprecio y con un discurso burlón de patrón despiadado.

Consideramos que es sano que haya medidas de protesta que hagan presentes las necesidades del pueblo. Se exigen medidas que beneficien al conjunto de la sociedad y no sólo a un grupo selecto de amigos ricos. Apoyamos de corazón esta demorada medida legítima del pueblo trabajador que exige trabajo, justicia, recuperación del poder adquisitivo del salario, acceso a derechos elementales como la educación y la salud públicas.

Aguardamos, como la esperanzadora elección de Ecuador nos alienta a soñar, que más pronto que tarde las cosas empiecen a cambiar en favor de los pobres en nuestra Patria.

Grupo de Curas en la Opción por los Pobres

5 de Abril de 2017