El ex presidente lanzó su precandidatura con el objetivo de estar lo mejor posicionado posible para negociar espacios con el macrismo a nivel nacional y De Narváez en la provincia de Buenos Aires

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El publicista brasilero Joao Santana, que también trabajó con Menem, es el asesor de imagen de Duhalde

Por Demián Verduga

Eduardo Duhalde lanzó su precandidatura presidencial para intentar acumular capital electoral y poder sentarse a negociar con el macrismo con algo fuerte en la mano. Los contactos con la fuerza del jefe de Gobierno son constantes. Se producen a través de los dirigentes que tienen vínculos íntimos con ambos sectores, Ramón Puerta especialmente. Pero el acuerdo está lejos. Macri todavía no resuelve su propia interna en el PRO, no encuentra un sucesor que le garantice ganar la elección de la Ciudad y -al mismo tiempo- la unidad de su partido. El acto en el que Duhalde se lanzó mostró que otro de los capitales políticos con los que se supone que contaba para negociar, el aparato territorial, no tiene la abundancia de otras épocas.

La imagen circuló por los canales de televisión, pero es necesario volver a describirla. Sucedía en el coqueto centro de exposiciones de Costa Salguero. Duhalde apareció en el escenario con un micrófono que se agarraba a la oreja y le recorría la mejilla hasta la boca. Detrás de él había un gran plasma que reproducía su imagen, trasformándolo en un gigante, para que se lo pudiera ver desde todos los rincones del lugar. Si la escena se sacaba de contexto, y se les quitaba su historia a los protagonistas, podría haber sido la convención de un partido norteamericano o tratarse de un pastor evangélico predicando.

A pocos pasos de Duhalde, sentados uno junto al otro, estaban los miembros de la mesa chica del ex presidente: el dirigente peronista bonaerense Daniel Chicho Basile; el presidente del Movimiento Productivo Argentino, Carlos Brown; el ex jefe de la Side Miguel Ángel Toma; Ilda Chiche de Duhalde. Un poco más allá, en otra silla, se encontraba Ramón Puerta, uno de los principales nexos con el macrismo. Su relación con Macri es tan cercana que suele prestarle al jefe de la Ciudad el departamento que tiene en París para que vaya a pasar unos días. Un diputado nacional peronista, cercano al duhaldismo, explicó a este medio que la estrategia de Duhalde es intentar crecer en la intención de voto “para poder negociar lo mejor posible con el PRO”. Públicamente, por supuesto, los duhaldistas niegan la posibilidad de que su jefe político se baje de la precandidatura presidencial. Chicho Basile habló con Miradas al Sur. Dijo que ningún peronista fue jamás a la cola de nadie: “Podemos negociar con Macri, claro, que él sea candidato a jefe de gobierno y Duhalde a presidente”.

Por lo bajo, las negociaciones ponen a cada dirigente en un lugar muy distinto a los que imagina Basile. Entre los posibles puestos que baraja Duhalde para intercambiar está el de ser candidato a senador por la provincia de Buenos Aires. Uno de los motivos por los cuales el ex presidente necesita acumular lo más posible para negociar, lo describía el diputado peronista que pidió reserva: “El tema es que, además de lo bajo que mide en las encuestas, ya no tiene el poder territorial que supo tener y eso también le saca capacidad de negociación”.

Dependencia Barrionuevo.

En el acto también estuvo presente el infaltable líder gastronómico Luis Barrionuevo. Estaba un tanto más apartado del escenario que los miembros de la mesa chica, pero miraba con atención el discurso del ex presidente. La relación del dúo Duhalde-Barrionuevo tiene un condimento central: la dependencia mutua. En el caso del ex presidente se explica por lo que se mencionó más arriba, la pérdida de poder territorial. Un dirigente peronista bonaerense señaló que Duhalde, en privado, siempre asegura que hay varios intendentes del Conurbano que se acercarán a su espacio. “La cuestión es que el tiempo pasa y esos intendentes jamás aparecen.” Esta soledad, que se vio reflejada en el acto de Costa Salguero, ató al ex presidente con una cadena pesada al gastronómico. Barrionuevo se volvió el único referente con cierto poder de movilización que está cerca de Duhalde. Además de los gremios que están en la CGT Azul y Blanca, que dirige Barrionuevo, el gastronómico conserva algo de poder territorial en algunos municipios del Conurbano bonaerense, como San Martín.

La necesidad de la relación con Duhalde, en el caso de Barrionuevo, es que no tiene otra forma de conseguir alguna dosis de poder político. De hecho, Basile aseguró a este diario que “para candidato a gobernador bonaerense podemos acordar con Francisco de Narváez. Pero también estamos pensando en impulsar a Graciela Camaño (la esposa de Barrionuevo)”. La candidatura de Camaño se inscribe en la estrategia general del duhaldismo: avanzar posiciones para negociar con otros sectores en las mejores condiciones posibles.

En el resto del Peronismo Federal, la movida duhaldista no tuvo mayor impacto. El diputado felipista Roberto Moullieron habló con Miradas al Sur. “Algunos deciden lanzarse ahora y otros prefieren la prudencia de esperar”, dijo comparando la decisión de Duhalde con la de su jefe político, Felipe Solá. Sobre el discurso del lanzamiento del ex presidente, Moullieron señaló que “intentó compararse con Lula y Mujica. Pero lo cierto es que está en una posición conservadora”. Por otra parte, en relación a la candidatura de Solá, el diputado señaló que tomará su decisión después del verano.

Que parezca nuevo.

Durante el acto, Duhalde caminó por escenario. Se acompañó con gestos ampulosos, haciendo círculos con las manos, cuando presentaba sus propuestas. La liturgia peronista estuvo ausente en la escenografía, no hubo fotos de Perón ni de Evita. Detrás de esta estrategia está el publicista brasileño Joao Santana.

Santana fue el asesor de Carlos Menem. Creó la célebre frase: Menem lo hizo. También trabajó con la esposa de Duhalde en las elecciones parlamentarias del año 2005. Fue cuando Chiche perdió con Cristina Fernández. Entre los éxitos electorales de Santana, se cuentan haber asesorado a Lula da Silva en su reelección presidencial del año 2006 y también a la reciente ganadora de las elecciones brasileñas Dilma Rousseff. La misión del publicista brasileño es intentar renovar la imagen Duhalde. Consiste en que deje de parecer ante la sociedad como el mayor representante de la vieja política. Al respecto, el consultor político Carlos Fara (ver entrevista) señaló a Miradas al Sur: “No está mal modificar algunas cuestiones estéticas. Pero lo cierto es que para cambiar la percepción que la sociedad tiene de Duhalde hace falta algo más que un plasma de fondo en un acto”. Una prueba de esta afirmación es el indicador que la consultora de Fara hizo sobre los niveles de intención de voto en la zona metropolitana. La encuesta es del mes de diciembre. Duhalde tiene siete por ciento, lo mismo que mide hace varios meses.

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