La unidad de la CGT y la Conducción de la Nación

Con la palabra "peronismo" suele definirse erróneamente al Partido Justicialista, que en realidad sólo es una herramienta electoral al servicio de una comunidad mucho mayor, de composición movimientista. A la vez, bajo el mismo nombre, se hacen generalizaciones que incluyen una larga serie de apellidos seguidos del sufijo "ismo", como si cada uno de ellos involucrara, sin más, al conjunto.

Por Raúl Héctor Reyes

Existe adem??s una categor??a m??s difusa, pero transformadora y pol??ticamente revulsiva denominada ??Movimiento Peronista?? ???integrante esencial del m??s amplio a??n Movimiento Nacional-, que comprende los pensamientos, sentimientos, costumbres (moral) y conductas (??tica) explicados en la Doctrina Justicialista y se aplica en nuestros d??as a una constelaci??n de organizaciones pol??ticas, econ??micas, sociales y culturales que, desde la muerte de Juan Per??n, carecen de una conducci??n unificada y, por lo tanto, de una estrategia de conjunto.


Las fuerzas centr??fugas desatadas por la desaparici??n f??sica del fundador, por ejemplo las ambiciones personales sin l??mite, expanden desde entonces el universo peronista hasta nuevas y m??s lejanas dimensiones, a la vez que, parad??jicamente, se va debilitando su identidad por la ausencia de una conducci??n superior que mantenga la unidad doctrinaria. De este modo, procesos tan diferentes como el de la d??cada del 90 y el de los 12 a??os de gobierno que acaban de terminar, van acomod??ndose en la historia con el mismo sello, as?? como personajes cada vez m??s advenedizos se incorporan a la competencia por el poder, sumando sus propias particularidades al f??rrago de lineamientos internos en pugna.


Es que -como en un techo a dos aguas en cuyo v??rtice reside la fidelidad pura-, los pensamientos, sentimientos, costumbres y conductas peronistas, son elementos que se mezclan hacia uno y otro lado hasta confundirse con el progresismo ahist??rico de centro-izquierda (1) ?? asumir, en el campo opuesto, las posiciones esclavistas y los disvalores olig??rquicos del conservadurismo liberal de centro-derecha (2). Ambos dedicados a profundizar el sistema representativo burgu??s y partidocr??tico, que excluye al pueblo para que no delibere ni gobierne, tal como todav??a reza el art??culo 22 de la Constituci??n Nacional. Nos referimos as?? a las dos corrientes principales que se han desplegado, como en una pinza global de cu??o liberal-socialista, conducidas desde los cuarteles de la ??lite mundial.


Fractura de la memoria


El movimiento nacional en su ??ltima etapa fue constituido y experimentado a partir de una filosof??a simple, popular, humanista y cristiana. Es el mismo movimiento que por definici??n atraviesa toda la historia de nuestro pueblo en su conformaci??n como tal, sobre la extensa geograf??a de nuestra Patria. Pero, a partir de las jornadas de los ??gobiernos progresistas?? de julio de 2003 en Londres (1), fue interpretado desde una nueva ??ptica concentrada en la defensa de los derechos humanos y la ??visibilidad de las minor??as??, tem??ticas destacadas en la concepci??n del soci??logo londinense Anthony Giddens, ide??logo de Tony Blair, de la reuni??n citada y de la renovaci??n de la socialdemocracia con la ??tercera v??a??, para inculturar ??su modernidad?? por el globo.


Esas visiones de la postmodernidad europea, no nuestra, contemplan poco la unidad de los pueblos y la esforzada construcci??n de las mayor??as nacionales, que ha signado la historia de este lado del mundo. Es m??s acertado tomar estas pseudo-ideolog??as como el andamiaje de justificaci??n de la anomia social, cuyas ra??ces pueden emparentarse con la ??teor??a del Heartland?? de Halford J. Mackinder, de donde el imperio ingl??s sac?? su especialidad en crear ??islas de minor??as??, primero geogr??ficas y luego culturales, pero siempre destinadas al dominio. La fragmentaci??n suramericana es uno de sus lamentables frutos.


Como una de las derivaciones de este ??pensar desde los bordes??, la memoria de los hechos protagonizados y sobre todo de las v??ctimas sufridas por una parte de las fuerzas que actuaron en los setenta -las fuerzas que priorizaron en su praxis la lucha armada-, posterg?? la memoria mucho m??s extensa del conjunto de los hechos que fueron realizados por un gran n??mero de organizaciones de la JP, sindicales, femeninas, pol??ticas y sociales, todas constituyentes del Movimiento Nacional y, sobre todo, la riqueza de la conducci??n de Juan Per??n, su proyecci??n e influencia en el mundo, sus ense??anzas y su legado.


Es evidente que las corrientes que han actuado como si fuese posible la vida de un pueblo con su memoria fracturada, por afirmar hasta el cansancio tales supuestos ???traer a la memoria su parte como si fuera el todo, siendo ??ste ??ltimo ontol??gicamente superior-, completar??n su indagaci??n de la historia y por lo tanto su comprensi??n del Peronismo, ?? iniciar??n su derrotero hacia espacios que el Peronismo no abarca. El propio General nos ense???? que ??los pueblos pueden vivir lustros, decenios y centurias apartados de los ideales que forjaron su alma, pero en el fondo inasible de su conciencia yace la rica herencia de su personalidad, que s??lo requiere cierta instancia favorable para manifestarse e imponerse??.


La ??instancia favorable para manifestarse e imponerse?? parece haber llegado de la mano de una formaci??n pol??tica externa al movimiento nacional ???aunque con participaci??n de dirigentes y algunas estructuras que no han variado su pertenencia al peronismo-, que ha conquistado el gobierno y el estado para las corporaciones due??as de m??s del 80 % de la econom??a argentina y otras tantas, tan externas a la argentina, como globales. Lo favorable de esta instancia puede ser que, como factor externo, logre unir a todos los sectores del Movimiento Nacional que han estado enfrentados entre s??, pues, como dice el refr??n, ??Dios escribe derecho sobre renglones torcidos??.


Para refundar el Movimiento Nacional es menester profundizar sobre lo que ense???? Per??n. Pensar y hablar con las categor??as propias como ??conducci??n pol??tica??, ???comando superior??, ??Conducci??n Nacional??, ??columna vertebral??, ??org??nica y organizaci??n??, ??rama juvenil??, ??trasvasamiento generacional??, ??comunidad organizada???, ??democracia social, org??nica y directa??. M??s all?? que alguno de estos t??rminos requiera de una puesta en valor, es evidente que en su lugar, se piensa y se habla en t??rminos del marketing electoral y de la sociolog??a de encuestadores, naturalizando la pol??tica de c??rculos, la acci??n caudillesca e individualista propia de las formaciones demoliberales. El ??armado electoral?? ha pasado a ser el gran oficio, como si el poder estuviera radicado exclusivamente en el gobierno del Estado, ya sea este Nacional, Provincial o Municipal.


Donde hoy crece la met??stasis del narcotr??fico, estaban hasta hace poco los bastiones del poder territorial; las unidades b??sicas de organizaci??n pol??tico-social, donde se ense??aban los valores permanentes del pueblo junto al amor por Per??n y por la causa. Estas fueron dando paso a los locales de campa??a, con algunas honrosas excepciones, al tiempo que los cuadros auxiliares de conducci??n cedieron su protagonismo a los punteros de partido. La pr??ctica pol??tica de los peronistas pas?? de la ??militia vita est?? hacia el activismo rentado de la partidocracia burguesa. All??, sitiadas por el hedonismo y el relativismo imperante, las convicciones le han ido dejando su espacio a las conveniencias.


El bipartidismo


No es dif??cil comprender la l??gica dualista del imperialismo que, ya sea en su estructura tradicional ?? en la progresista -el ???mal??? cuando anda de inc??gnito, al decir de Marechal en Ad??n Buenos Aires-, busca alinear a los pueblos en el citado r??gimen representativo bipartidista, con la premisa de garantizar la alternancia con una equilibrada ??gobernabilidad??. En realidad, un sistema de exacci??n con divisi??n de poderes, atomizaci??n social, limitaci??n de mandatos gubernamentales, sindicales y sociales, pero con estabilidad que no se cuestiona para los gerentes de las corporaciones globales y para los due??os de las corporaciones locales, aliados a los primeros. En la Argentina que vio nacer el tercerismo de Per??n, el reciente balotaje tuvo la infausta cualidad de llevar al extremo la divisi??n en dos.


El d??a anterior al balotaje, Clar??n titulaba ??En el peronismo ya hablan de reorganizar el partido?? (3), a la vez que paulatinamente aumenta el centimetraje para la antinomia Cristina-Macri. La visi??n binaria oficialismo-oposici??n, que es la ??exclusi??n del tercero??, obliga a los pueblos como ya hemos visto, a optar entre centro-izquierda y centro-derecha, es decir, ??dos zapatos del mismo pie??. Si est?? el oficialismo en el ejercicio del gobierno y la oposici??n dedicada a conseguir el gobierno, resulta l??gico que ninguno de los dos ponga en el centro de sus ocupaciones al Pueblo. Es el resultado esperable por no pensar en una org??nica popular innovadora capaz de reproducir la eficacia de aquella que anta??o, desplegada en ???ramas???, era capaz de vertebrar las organizaciones de trabajadores como un poderoso cuerpo capaz de extender sus brazos hasta envolver, por izquierda y por derecha, a la inmensa mayor??a de los argentinos.


La tercera posici??n se va olvidando, tanto como el moderno movimiento que la llev?? a cabo. Vuelve a imperar la competencia, con la reducida ambici??n de seguir definiendo en elecciones internas las autoridades partidarias, poniendo el caballo detr??s del carro lo m??s r??pido posible, no vaya a ser que a algunos se les ocurra tomar el toro por las astas y reconstruyan el movimiento. La reorganizaci??n del P.J. como partido liberal ?? como ??partido de masas?? -dos antig??edades pre-peronistas que se escuchan otra vez-, s??lo pueden concebirse en ausencia del movimiento que los integra a todos, con el prop??sito de encaramarse como interlocutores legales, aunque no leg??timos, para actuar una vez m??s en nombre del conjunto, sobre todo como ??agencia de colocaciones?? a la hora de repartir las candidaturas.


Primero el Movimiento, despu??s el Partido


Nunca la parte puede superar al todo. El PJ no puede contener al Movimiento que, por naturaleza no es sectario ni excluyente y, por lo tanto, abarca a todos los que luchen por la emancipaci??n de la Patria, piensen como piensen. Ni siquiera puede contener a las organizaciones obreras peronistas, mucho menos a la CGT. El movimiento no puede caber en un partido. Por lo contrario, son muchos los partidos que pueden caber junto al PJ en el momento de las elecciones y tomar el nombre del frente que les plazca, si las fuerzas de la Naci??n constituyen desde el terreno un movimiento permanente que garantice la distribuci??n equilibrada de representantes de todos los sectores que lo componen, empezando por los trabajadores, pues ??sobre la hermandad de los que trabajan ha de levantarse nuestra hermosa Patria, en la unidad de todos los argentinos??.


Dec??a Per??n el 1ro. de diciembre de 1968: ?????a m?? me conviene tener un ala combatiente y otra complaciente. Despu??s las compagino con mi experiencia y las dejo as??. Yo he establecido el movimiento peronista en base a un tr??pode: hay una rama sindical y una pol??tica que, para que haya mas estabilidad, se divide en un ala masculina y otra femenina???????Ah?? est??: los dirigentes sindicales dependen de los pol??ticos y viceversa. Porque para manejar se necesitan siempre dos riendas. Un sector que ataque y otro que contemple. ??Por qu??? Porque en pol??tica no hay nada estable, es el campo del desorden. Cuando usted gobierna en pol??tica debe acostumbrarse a manejar el desorden. Triunfa en pol??tica el que lo logra??.


Recordemos que los partidos pol??ticos son creaciones de la burgues??a europea del siglo XIX, como organizaciones de opini??n, ordenamientos ideol??gicos y jur??dicos. Son formas de encuadrar porciones de pueblo para manejarlas desde un c??rculo de poder encaramado en la conducci??n, en cuya esencia est?? presente la idea de ??dividir para reinar??: unos se ocupan de trabajar y discutir los salarios, para que otros se encarguen de la pol??tica y de modelar la estructura de decisi??n del pa??s. La forma organizativa partido naci?? de una conciencia liberal seg??n la cual el intelectual pol??tico profesional asume la representaci??n del pueblo, que se presupone inculto y por lo tanto se toma como objeto de la pol??tica. As?? planteado lo partidocr??tico, puede comprenderse lo que le??mos ni bien terminado el balotaje: ??a??n no se puede evaluar el impacto que generar?? en la pol??tica argentina la consolidaci??n de un nuevo partido nacional con caracter??sticas distintas al PJ y la UCR?? (4).


La genialidad del General Per??n fue poner en el centro el movimiento y utilizar el partido para acceder al gobierno, organiz??ndolo unos d??as antes de las elecciones. El moderno movimiento creado y ensayado en la Argentina no es para la representaci??n del pueblo, sino que es el pueblo mismo organizado. Por eso empez?? desde las organizaciones sindicales de trabajadores, que por definici??n responden a las necesidades concretas de todos los d??as, donde no hay espacio para la especulaci??n ni ??par??lisis paradigm??tica?? que valga.


No es de extra??ar entonces, que la CGT tome la iniciativa en funci??n de su propia unidad, dando un paso fundamental para la posterior unidad pol??tica, con la constituci??n de una Comisi??n de Unidad integrada por todos los sectores sindicales. Aunque empiezan como acciones de la dirigencia, es sabido que algunas de las organizaciones mantienen un formidable poder de movilizaci??n basado en una representatividad real. Y considerado en su conjunto, el movimiento obrero posee un potencial inigualable y permanente para organizar una Conducci??n que re??na las fuerzas dispersas de la Naci??n y constituya la masa cr??tica de un nuevo proceso de transformaci??n social. Es decir, que re??na la cantidad suficiente de personas desplegadas por toda la geograf??a argentina, como para predicar simult??neamente las bases de un verdadero proyecto de naci??n originado en sus entra??as, hasta convertirlo en proyecto de todos los argentinos.


La formaci??n de una Conducci??n Nacional


Sint??ticamente tal vez podr??amos coincidir en que la Naci??n fue formada por el Pueblo, que en su pr??ctica hist??rica se asent?? sobre un territorio en el cual se constituy?? su patrimonio, posibilitando que se formara la Patria. Para administrar dicho patrimonio, desarroll?? un Estado prestador de servicios y bienes p??blicos y, para conducir al Estado, conform?? el Gobierno Nacional. Es por eso que conceptualmente la Naci??n abarca al Pueblo, la Patria, el Estado y el Gobierno. Es el Pueblo y no la ??masa??, ni ??la gente?? -ya que la masa con dignidad, organizaci??n y una doctrina, se convierte en Pueblo-, el que debe gobernar por medio del Estado, para lo cual este ??ltimo debe estar a su servicio. Y es el Pueblo el principio permanente, pues el Estado puede estar en sus manos ?? en las manos de quienes lo excluyen, lo desorganizan y lo explotan.


Para ese Pueblo -al que Evita describ??a formado por dos clases de personas: los que luchan por su vida y los que no quieren ser oligarcas-, es indispensable la existencia de una Conducci??n Nacional que asegure los demos, es decir, una democracia plena, social y participativa, donde el gobierno pueda y deba gobernar con el concurso organizado del Pueblo, para hacer lo que el Pueblo quiere.


Dec??a Per??n el 25 de noviembre de 1968: ??Un error com??n ha sido el de considerar que nosotros perseguimos la unidad del sindicalismo argentino. Lo que queremos es la unidad de la Rama Sindical del Movimiento, porque ser?? la ??nica manera de dominar en el campo sindical??? Organizada la Rama Pol??tica y unida la Rama Sindical, habremos recobrado la posibilidad de una conducci??n nacional que es lo que est?? faltando y que ha sido la causa de los sucesivos fracasos ocurridos??. ??Yo jam??s he conducido discrecionalmente, sino cumpliendo la misi??n que tengo como Jefe del Movimiento. No hago lo que me gusta o deseo, sino lo que me impone la misi??n de unir a todos los peronistas buenos y malos, porque si s??lo quisiera unir a los buenos nos quedar??amos con muy poquitos. Y con muy poquitos no se suele hacer mucho en pol??tica??? No se trata de que unos ganen y otros pierdan. No se trata de preeminencias inoperantes. Se trata del Movimiento y de su futuro, que s??lo se podr?? asegurar mediante una conducci??n prudente e inteligente. El que crea que solo puede decidir lo que desde hace a??os venimos persiguiendo, se equivoca y s??lo podr?? conseguir una frustraci??n m??s que puede ser nefasta para todos??.


Si se les concede vigencia a estas sabias palabras, se podr?? vencer al sectarismo, que es el primer enemigo de la conducci??n -porque la conducci??n es de sentido universalista-, con el objetivo de conformar una Conducci??n Nacional que, carente por ahora y tal vez por mucho tiempo de un conductor indiscutido, bien puede ser colegiada, concebida como ??concejo??, en el sentido de concilio, reuni??n ?? asamblea convocada. Este Concejo Nacional del Movimiento debe integrarse no s??lo con personas destacadas por su consenso electoral ?? por la importancia del cargo que tienen en el estado, sino tambi??n por delegados de los trabajadores, de sectores pol??ticos, econ??micos y sociales que hoy est??n faltos de canales permanentes de participaci??n en las decisiones.


Participar en una Conducci??n Nacional tiene el suficiente atractivo de ampl??ar sustancialmente el poder de cada integrante, por lo que puede permitir la convivencia de funcionarios, ex-funcionarios, dirigentes sindicales, sociales, femeninas y juveniles, ya sea para restaurar el ??ltimo dispositivo de fuerzas desplegado por Per??n, como para crear uno nuevo si se piensa que aquel despliegue ha envejecido, pues ser?? posible ir debatiendo el sistema que se proponga ahora y con ello, las legitimidades de cada dirigente y sector convocados, donde lo ??nico irreemplazable es la conciencia de esta necesidad y la f??rrea decisi??n de solucionarla.


Estrategia nacional: democracia real, integraci??n latinoamericana y defensa del ecosistema humano


Quien no tiene una estrategia de conjunto, termina participando de la de otro. Y los acontecimientos pol??ticos de los ??ltimos tiempos parecen demostrarlo, en la actuaci??n dispersa de varios sectores de reconocida pertenencia peronista, encolumnados gregariamente tras distintos candidatos enfrentados entre s??. El mal de la ??poca es que el hombre no reconoce verdades indiscutibles que gu??en su vida, por lo cual cree que la libertad humana no tiene l??mites (5). He aqu?? una prueba.


En el movimiento puede haber solamente una conducci??n soberana, porque cuando hay dos, ninguna de las dos es soberana. Y si, como ocurre en ausencia de Per??n, agregamos que las conducciones parciales se atribuyen soberan??a y hacen lo que quieren, el resultado no es la expresi??n de una vigorosa democracia como nos quieren hacer creer, sino una anarqu??a permanente y una descomposici??n de la pol??tica en perjuicio del pueblo. No es bueno confundir democracia con oclocracia.


Recuperar una Conducci??n Nacional es recuperar el sentido de marcha, para continuar una revoluci??n que est?? inconclusa, sin contar los desaf??os que han aparecido por la misma evoluci??n de la vida humana. La hora de los pueblos latinoamericanos requiere un modelo ensayado. Y la ejecuci??n del ??Modelo Argentino precisa la naturaleza de la democracia a la cual as??piramos, concibiendo a nuestra Argentina como una democracia plena de justicia social, con un gobierno de forma repre??sentativa, republicana, federal y social?? (6).


Si el destino y la misi??n de la Naci??n Argentina es forjar la Patria Grande, la situaci??n geopol??tica la est?? confirmando. Los problemas actuales, con dimensiones continentales cuando no planetarias, hacen imposible imaginar pol??ticas nacionales en cualquier campo, si no se contemplan como parte de la integraci??n suramericana y luego latinoamericana.
Otra vez se debe concebir centralizadamente, para ejecutar descentralizadamente a trav??s de pueblos organizados. Si no desarrollamos r??pidamente los procesos de integraci??n de las organizaciones populares, comenzando por los trabajadores, no podremos constituir el Estado Continental, ni habr?? chances de equilibrar las fuerzas de las grandes corporaciones financieras, industriales, comerciales y otras; que act??an regionalmente pero con una estrategia global.


Cuando los poderosos nos hablan de que ??la soberan??a supranacional de una ??lite es preferible por sobre la autodeterminaci??n nacional practicada en el pasado??, la integraci??n continental aparece como una causa indiscutible y perentoria que puede agregarse a las tres banderas hist??ricas, junto con la defensa del ecosistema humano, cuya urgencia est?? modificando el orden de prioridades del mundo.


Una nueva revoluci??n cultural: transformar la humanidad


Una buena parte de la pol??tica mundial est?? dedicada a cometer, reparar y castigar hechos de corrupci??n. La desmovilizante m??xima de Lord Acton ??el poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente??, se sostiene firme en el tiempo. Pero lo que rompe el coraz??n ???cor ruptus, desde una ??ptica cristiana, es la ausencia de esp??ritu, la negaci??n de lo trascendente, la p??rdida por parte del hombre de la fe en su misi??n-, no es el poder el que corrompe, sino el materialismo, que lleva al hombre a la concupiscencia y a la humanidad a un ??sistema social de despilfarro masivo?? (7) que ha puesto en peligro la existencia misma de la especie sobre el planeta.


El Papa Francisco ha exhortado a la humanidad con su Enc??clica Laudato S?? ante la ??urgencia y la necesidad de un cambio radical en el comportamiento de la humanidad??, porque ??los progresos cient??ficos m??s extraordinarios, las proezas t??cnicas m??s sorprendentes, el crecimiento econ??mico m??s prodigioso, si no van acompa??ados por un aut??ntico progreso social y moral, se vuelven en definitiva contra el hombre??.


Por lo que toda pretensi??n de cuidar y mejorar el mundo supone cambios profundos en ??los estilos de vida, los modelos de producci??n y de consumo, las estructuras consolidadas de poder que rigen hoy la sociedad??. ??El aut??ntico desarrollo humano posee un car??cter moral y supone el pleno respeto a la persona humana, pero tambi??n debe prestar atenci??n al mundo natural y ??tener en cuenta la naturaleza de cada ser y su mutua conexi??n en un sistema ordenado?? (5).


Como ??hombre avisado, medio salvado??, no queda m??s remedio que encarar una nueva revoluci??n cultural para transformar la humanidad. Para transformar a todos los hombres y a todo el hombre. Hoy desde Roma, universalizando rasgos de nuestra cultura, Francisco propone ??pensar pol??ticas presionadas por la poblaci??n?? como forma de eludir ??la insuficiencia del derecho limitado por la corrupci??n?? (5). Y m??s a??n, sugiere redes de comunidades integradas por hombres que no provengan del individualismo, sino que se hayan formado en la solidaridad.


Propio de la doctrina de la Naci??n, esta cosmovisi??n cristiana pone el acento en el rol del pueblo, dejando en segundo plano el estado, entendido seg??n hemos consignado como administraci??n que debe ser puesta al servicio del pueblo poderdante. En el mismo sentido ya en ??La hora de los Pueblos?? el Peronismo anunciaba el fin de la burgues??a y el paso a la democracia social, org??nica y directa. Los liberales ??no desean comprender que el desarrollo demogr??fico e industrial de los ??ltimos cien a??os ha cambiado radicalmente la situaci??n y que la presencia del ??hombre-masa?? ha producido una serie de problemas que presionan de tal modo la forma de vida que ya no es posible el individualismo de otros tiempos, reemplazado ahora por una conciencia y una acci??n mancomunada. El hombre ya no puede ser considerado como un ente aislado sino como un elemento integrante del conjunto. Esto explica lo que parece sorprender a muchos: la decadencia de los partidos pol??ticos y su reemplazo por otras organizaciones mayores y m??s naturales tendientes hacia las democracias tambi??n m??s naturales, en las que el hombre opina y vive lo que conoce y no lo que conocen y viven unos cuantos intermediarios. Por otra parte, la democracia de nuestro tiempo no puede ser est??tica, desarrollada en grupos cerrados de dominadores por herencia o por fortuna, sino din??mica y en expansi??n para dar cabida y sentido a las crecientes multitudes que van igualando sus condiciones y posibilidades a las de los grupos privilegiados. Esas masas ascendentes reclaman una democracia directa y expeditiva que las viejas formas ya no pueden ofrecerles?? (8).


Conclusiones


Para algunos, el 22 de noviembre entr?? en crisis el proyecto de liberaci??n que, seg??n su sincera convicci??n, esgrime la mayor??a. Con una estrategia defensiva, apuran una resistencia que mantenga aglutinadas sus fuerzas, pensando que la conducci??n de su sector debe ser la de todo el campo nacional. Para sus opuestos, ahora en el gobierno, se ha recuperado el poder como para comenzar la restituci??n de la rep??blica y la construcci??n de un nuevo partido nacional equidistante del PJ y la UCR.


Pero adem??s de estos polos, cuyo antagonismo crece mientras las decisiones pasan por lados m??s lejanos, hay sectores con menos prensa, m??s silenciosos; forman una enorme franja que no estaba contenida ni se sent??a representada antes, ni lo est?? ahora. All?? est??n muchos de los que dijeron ??que se vayan todos??, por no saber decir ??democracia real, social y participativa??. Son quienes mejor pueden percibir la configuraci??n de un proceso tercerista, que comience por una Conducci??n Nacional con la misi??n de unir las fuerzas que estaban dispersas, realine??ndolas en un vasto Movimiento desplegado de manera que cubra toda la geograf??a argentina para proyectarse a Latinoam??rica; que se fortalezca ubicando en su centro a las organizaciones de trabajadores y a las organizaciones sociales, articulando la unidad de las alas, tanto con los agrupamientos que marchan por centro izquierda como por centro derecha, con las fuerzas que ser??n tentadas ahora, a compartir el ejercicio del gobierno y ocupar una gran parte del poder del estado en sus tres niveles.
Como la pol??tica nacional sigue siendo ??pol??tica de provincias??, los primeros pasos de la Conducci??n Nacional del Movimiento, no pueden ser dados ignorando el pensamiento y la acci??n del argentino m??s influyente del mundo, el Papa Francisco. Siendo adem??s un movimiento popular de inspiraci??n humanista y cristiana, y plante??ndose por igual la defensa del ecosistema humano, quedan servidas las l??neas esenciales de una geopol??tica suramericana y latinoamericana, para ofrecer un movimiento actualizado que marcha hacia el futuro dentro de la continuidad doctrinaria. Para todo el Pueblo, pero en particular para una juventud ansiosa de verdades, que espera otra vez la posibilidad de volcarse masivamente a la participaci??n pol??tica, recuperando el sentido heroico para sus vidas. De ??hacer lo posible??, de la ??pol??tica pr??ctica?? y de la corrupci??n, est??n hartos. Los j??venes, los que no tienen el cerebro marchito ni el coraz??n intimidado, siempre necesitan acometer la realizaci??n de lo imposible.


(1) La socialdemocracia ?? centro-izquierda progresista. Aunque nace en la Revoluci??n francesa, el progresismo se consolida en las luchas contempor??neas por los derechos civiles y pol??ticos de las minor??as como feminismo, ecologismo, laicismo, indigenismo, diversidad sexual, etc. N??stor Kirchner en 2003, ya sea por convicci??n, conveniencia ?? ambas cosas, empieza su gobierno asistiendo en Londres al lanzamiento de una red (trasatl??ntica primero y despu??s global) de centro-izquierda, convocado por Tony Blair a la cumbre de ???gobiernos progresistas??? bajo la inspiraci??n de Peter Mandelson y Anthony Giddens, director de la London School of Economics. Concurren m??s de 500 pol??ticos y expertos de todo el mundo, 14 jefes de estado, entre ellos el canciller alem??n Gerhard Schroeder, el presidente de Brasil, In??cio Lula da Silva; el socialdem??crata sueco Goran Persson, el primer ministro de Etiop??a, Meles Zenawi; el chileno Ricardo Lagos, el sudafricano Thabo Meki, el polaco ex comunista Lezek Miller y como invitados especiales, el ex l??der de los post-comunistas italianos Massimo D???Alema y el ex presidente de Estados Unidos Bill Clinton, cuyo poderoso CGI fue el ???paraguas diplom??tico??? de N??stor y de Cristina, al menos hasta el 2011.

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Ver m??s en los links :

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http://socialdemocracia-info.blogspot.com.ar/???/primera-cumb???
http://news.bbc.co.uk/???/latin_am???/newsid_3059000/3059035.stm
http://edant.clarin.com/diario/2003/06/22/p-01001.htm /
http://diario.elmercurio.com/detalle/index.asp???
(2) La Uni??n Internacional Dem??crata (en ingl??s: International Democrat Union, IDU) y su expresi??n regional Uni??n de Partidos Latinoamericanos, UPLA, a la que adhiere el PRO de Mauricio Macri, es una agrupaci??n de partidos pol??ticos anticomunistas, principalmente conservadores y en algunos casos dem??crata cristianos y liberales, fundada en 1983, cuya sede se encuentra en Londres, Reino Unido. El grupo fue fundado por varios jefes de estado como la Primera Ministra del Reino Unido, Margaret Thatcher; el Presidente de los Estados Unidos, George H. W. Bush; el Canciller de Alemania, Helmut Kohl y el Presidente de la Rep??blica Francesa, Jacques Chirac. Ver m??s en: http://idu.org ; y en http://190.196.69.222/~uplanet/
(3) Clar??n, 21 de noviembre de 2015. En el peronismo ya hablan de reorganizar el partido:
http://www.clarin.com/???/Elecciones_2015-peronismo-PJ-Juan_M???
(4) Clar??n, 24 de noviembre de 2015. Entre los dirigentes m??s cercanos a Macri no saben a??n qu?? oposici??n deber??n enfrentar. Ni siquiera saben qui??n terminar?? siendo el que los enfrente. ???Tenemos que esperar por lo menos hasta marzo para ver c??mo nos acomodamos nosotros y c??mo se organizan ellos???, calcula uno de los hombres m??s cercanos al presidente electo. Seg??n explica el dirigente, con un alto cargo en el gabinete asegurado, a??n no se puede evaluar el impacto que generar?? en la pol??tica argentina la consolidaci??n de un nuevo partido nacional con caracter??sticas distintas al PJ y la UCR. Ver en el link:
http://www.clarin.com/???/Elecciones_2015-el_nuevo_Presidente???
(5) S.S. Papa Francisco, Enc??clica Laudato S??, Roma, Mayo 24 de 2015
(6) Juan D. Per??n, Modelo Argentino para el Proyecto Nacional, Buenos Aires, Mayo 1 de 1974
(7) Juan D. Per??n, Mensaje ambiental a los pueblos y gobiernos del mundo, Madrid, Febrero 21 de 1972
(8) Juan D. Per??n, La Hora de los Pueblos, Madrid, 1968

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Enero 2 de 2016