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MURIÓ ALFONSÍN
Me hablaron por teléfono: murió Alfonsín, me dijeron. Porque no escribís algo… y me quedé con la noticia y el encargo. Hablar de Alfonsín muerto… desde donde? Se me apretaron las ideas en el corazón. Estaba blandito. Venía de ver una documental de Benedetti, por Encuentro. Muchas emociones. Muchos recuerdos. Muchos amigos de esos que uno no conoce. Bueno, me decidí, vamos a escribir desde la emoción. Porque solo fui radical hasta los 16, 17 años y ya no más.
Al menos no radical, radical. Y después tuve mucho más tiempo de peronista… y disciplinadamente voté a Luder y mi familia salió a festejar su triunfo y yo me quedé en casa. Y bastante después el pacto. En fin… hablar de Alfonsín muerto desde dónde. Desde que emoción? Es fácil, desde el Alfonsín joven. Yo ya estaba. Era más chico pera ya estaba. El Alfonsín que peleaba con el viejo Balbín: el Chino, el Payador de las cosas de ellos. Aquel que todavía no era “…el adversario que hoy despide a un amigo.” Aquel Alfonsín era uno más de los nues-tros. No tenía mucha importancia que fuera radical, por casi todo era de los nuestros. Si alguna vez lo sentí así, ¿Qué pasó después? ¿Me había equivocado? ¿Se había equivo-cado él? No. La Argentina toda se había equivocado… y todavía nos seguimos equivo-cando… cada vez menos, pero nos falta. Murió Alfonsín y muchas cosas habrán de de-cirse, literatura de compromiso, de necrológica y mucha de emoción real. Prefiero hablar desde aquella emoción intacta. Desde la hermandad y el respeto a un argentino que luchó desde muy joven por su patria y sus ideales. Correligionario o compañero… que importa ahora. Elijo aquella emoción porque es el mejor antídoto contra cualquier men-tira y porque fue lo primero que me vino… debe ser lo más cierto. ¡Cuanto mejor nos hubiera ido si eso de correligionario o compañero no tuviera importancia desde hace mucho!.  Por lo menos en lo que importa. Seguro que el viejo Alfonsín que nos ha deja-do ya lo estaba sabiendo. A ver si lo logramos. Tenemos viejos eternos que se habrían de poner muy contentos.
Asesor Guillermo Amor
Concejal Carlos Filippini