Imprimir
LA CULTURA, DEUDA PENDIENTE Y ACCIONES ACTUALES I
Toda gestión en cultura luego de determinado tiempo, merece una mirada que aborde altas y bajas de la misma.

La actual gestión ha intentado en este su primer año poner en orden ciertos aspectos de la administración municipal del área. Si bien queda mucho por hacer, entre sus logros debe contarse la puesta en forma del Centro Cultural Soriano, la apertura del bar (lugar de reunión y polo de atracción del público), la reapertura del patio Pepe Podestá como espacio Cultural para la música y el teatro, más la foto galería y la revitalización de las salas A y B, tanto en la temporada estival como actualmente, donde la oferta es amplísima, con más de 40 espectáculos para adultos, otros tantos para niños, espectáculos musicales, etc.

Vale recordar que esta gestión asume con el centro cultural sin bar, con las salas funcionando deficitariamente, el patio inutilizado etc.

Asimismo es de remarcar el trabajo en los museos, la continuidad de Almacenes Culturales y un espíritu de llevar adelante una gestión de 12 meses, aunque deba remarcarse que continúa siendo exiguo el presupuesto asignado a Cultura.

Y esto tiene dos motivos a tener en cuenta:

1.- El poco interés que siempre han demostrado las gestiones políticas, tanto nacionales como provinciales, (¿se podrá contar con un ministerio de cultura a nivel nacional y provincial? ¿se comprenderá cabalmente desde el ámbito político que la cultura es fundamentalmente una inversión y no un gasto?).

2.- La pelea que debe dar la Secretaría de Cultura por un mayor presupuesto y superar montos que se diluyen en un 90 % cubriendo gastos de personal.

Si bien en algún discurso electoral se puede citar a un afamado escritor, en general es alarmante constatar el reducido espacio que tiene lo cultural en los discursos y los  proyectos políticos oficiales o no oficiales.
Esta falta de relación entra lo político y lo cultural, histórica en nuestro país, expresa que en muchos casos no existe algo llamado “proyecto cultural“.

Por eso sería bueno en este aspecto, preguntar si la elección del responsable del área de cultura se hace desde la presentación de un proyecto cultural acorde a un proyecto político general o solo se designa a alguien de confianza o que dentro de la estructura partidaria tenga algún conocimiento del tema.

Otro tópico para analizar es qué se entiende por gestión cultural.

Por supuesto que en estas líneas no se trata en lo más mínimo de hacer definiciones desde “un saber abarcador” o “iluminado“, todo lo contrario, se intenta generar un pensar alrededor de la temática “gestión cultural”, aquí y ahora que abran un camino a conclusiones, si bien no definitivas, si amplias y  profundas sobre el tema.

Una de las primeras preguntas que surge es qué se gestiona y sobre qué parámetros se diseñan políticas y se toman decisiones  acerca de la cultura.

En principio es sabido que los espacios más transitados son los de las artes (danza, música, teatro, medios audiovisuales, etc.) como así también las bibliotecas, museos, o circunstanciales festivales. Quizás se deban incorporar a estos tópicos otros referentes a temas tales como la ecología, las redes sociales, el turismo cultural, las tribus urbanas, etc. O también generar una posibilidad superadora, tal como la reformulación de un nuevo paradigma cultural integrado y alternativo.

Si dudas, estos dos aspectos definen a este cambio del punto de vista con respecto a lo cultural.

Y sobre ello, es posible desarrollar una próxima entrega, en función a la extensión e importancia del mismo.


Cultura Concejal Carlos Filippini
Félix Bello