La crisis abierta por el tema retenciones móviles, como todo proceso de cambio (ello significa “crisis”), nos deja un sinnúmero de comprobaciones, reflexiones y perspectivas. 

Significa, en principio, la reafirmación de una particularidad de la sociedad rgentina: un amplio sector de la llamada clase media ─ fundamentalmente sus estratos urbanos terciarios acomodados ─ que, de triunfar la política económica que subyace detrás de las posiciones adoptadas por los sectores enfrentados con el gobierno, se verían nuevamente perjudicados, han reaccionado mayoritariamente con posiciones que reflejan más un odio clasista que una actitud racional. Es comprensible, los tratados de sociología y psicología social nos confirman la necesidad de estas clases, deseosas de “subir” en la escala social, de diferenciarse de la “despreciable chusma” y, muchas veces, la de adaptar las ideas de los de “arriba”. Reiteramos que ello puede entenderse, que no hay “culpa” en esa manera de pensar y sentir y que, dado el indudable perjuicio que esas actitudes han traído al país todo, solo cabe considerarlas, comprenderlas y establecer los procesos culturales, de información y comunicación (aún de cuidado de ciertas formas) para lograr irlas revirtiendo y esclareciendo conciencias. 

MAR DEL PLATA HABLA POR SI MISMA

CONVERGENCIA PROGRAMATICA POR LA CIUDAD

"Mar del Plata debe ser repensada, debe cambiar.
Es por eso que convocamos a una construcción colectiva que refleje el pensamiento mayoritario de una sociedad participativa y solidaria."

La ciudad de Mar del Plata requiere de una amplia y verdadera reunión de voluntades con el objetivo de restaurar su entramado social, para disponer sus capacidades orientadas a la reconstrucción de una ciudad con trabajo y producción con inclusión social. El gobierno de la ciudad se encuentra en una situación de un descalabro tal y es tan profunda la quiebra económico-financiera en que se halla sumergido, que su recuperación requerirá de una firme voluntad política y de una amplia base de consensos.

1. CONVOCATORIA A LOS MARPLATENSES: Mar del Plata y su historia nos muestran el camino: solo con justicia social, desarrollo económico y probidad reconstruiremos nuestra ciudad. Para llegar a la ciudad feliz hubo antes la honestidad y sana administración de caracterizados vecinos y un pueblo de iguales, orgulloso y trabajador. También nos muestra claramente lo que no hay que hacer: todos conocemos la sumatoria de desvíos que nos quitaron aquella realidad. Hoy tenemos la oportunidad, solo tenemos que tomarla, con convicción y unidad, sin frases altisonantes, sin propaganda vacía de contenido, solo con la serena convicción de hacer creer y respetarnos. Todos sabemos que con transparencia, trabajo digno, palabra, confianza y lealtad a las convicciones, podremos reconstruir esta ciudad que tanto amamos. Las ideas no faltan, transformémoslas en acción y esa acción solo depende de que recuperemos el orgullo y la confianza en nosotros mismos.

2. COMPROMISO: Con ese propósito queremos asumir el mandato del pueblo de la ciudad con responsabilidad, con la firme decisión de realizar una gestión honesta, transparente y comprometida con la justicia social y la dignidad de su gente. Nos comprometemos a concretar de inmediato nuestras propuestas y hacer coincidir las promesas con las realizaciones, acompañando y fortaleciendo el proceso de crecimiento que vive la Argentina. Quienes suscribimos este compromiso estamos convencidos que habremos de cumplirlo con la activa participación de los vecinos en cada barrio. Nos comprometemos a escuchar todas las voces, especialmente las de quienes no piensan como nosotros y, a profundizar nuestras acciones respecto de aquellos que menos tienen.

3. PARTICIPACIÓN: Para este concepto y para esta idea política es fundamental profundizar el concepto de la participación. Si nosotros no logramos motivar, convocar a todos los vecinos a participar, el proyecto desde lo político habrá fracasado. El eje de la propuesta es un proyecto colectivo, por lo tanto es esencial que aquellos que nos sumemos a esta empresa lo hagamos con la idea que es ineludible fomentar, bajo todas las formas posibles, la participación popular de todos los vecinos de Mar del Plata y de nuestra querida zona. Podemos pensar en que forma lo hacemos. Las Sociedades de Fomento deben tener un rol protagónico en esta construcción. Deben exigir lo que les corresponde porque ellas, como representantes de los vecinos de los barrios, son las que mejor conocen los problemas y las que tienen que exigir, porque donde hay “una necesidad hay un derecho”. Pero no son todo, también deben jugar un rol fundamental las organizaciones empresarias, gremiales, mutuales, cooperativas y, otra infinidad de entidades intermedias que agrupan a miles de personas que, en forma colectiva y solidaria, tienden a comprometerse en acciones concretas por problemas que les son comunes.

4. PROPUESTAS:

A.- Sustitución del actual statu quo político con el total reemplazo de la cúpula política que llevó a nuestra ciudad a esta situación.

Hay un “hartazgo” de las disputas por los puestos de poder y los lugares en las listas. Y aquí nos referimos a una determinada manera de entender la política como un reparto de cargos, de distribuir poder en base a una lógica de transaccionalidad especulativa, casi marquetinera, con un objetivo de tipo aritmético de administración de poder. Bajo el actual statu quo político el éxito estriba en la obtención de un cargo, perdurar en él lo más posible o ascender permanentemente, cual si fuera una escalera, sin detenerse en cada peldaño. Y en ello radica su “éxito”. Cambiaron los signos políticos pero no cambió esa determinada manera de “destruir” la política. Tenemos que convertir la política en cosas concretas, en programas en blanco y en negro que definan con claridad los objetivos, los objetivos que buscamos para el corto, mediano y largo plazo. Y quienes son los mejores hombres y mujeres en cada lugar para llevarlos adelante. Tenemos que ser guías que sirvan para controlar nuestro propio éxito en la gestión, saber y festejar los logros obtenidos, reflexionar por que razón no conseguimos lo que nos habíamos fijado para que, en el próximo año volvamos a tomar las riendas, volvamos a hacer los esfuerzos para, una y otra vez, tozudamente buscar los objetivos que entre todos nos fijemos.

B.- Recuperación de la solvencia económica y organizacional del Estado Municipal. El Estado capaz de agregar valor a la actividad privada.

Recuperar el equilibrio financiero y la capacidad organizacional de la estructura municipal de forma tal que se reconstruya la habilidad de agregar valor y de ejecutar políticas de estado. Desde un estado presente, eficaz y responsable que se ponga allí donde el mercado fluye y abandona. Es el Estado el que debe actuar como el gran reparador de las desigualdades sociales en un trabajo permanente de inclusión y creando oportunidades. Para ello es indispensable recuperar la solvencia. Iniciativas que apunten a reconstruir el Estado Municipal modernizando la gestión pública para prestar mejores servicios a los marplatenses. El otro eje fundamental que debemos desarrollar es admitir la necesidad imperiosa de una reforma administrativa y financiera integral de la administración municipal. Tenemos que admitir que, hoy por hoy, la administración municipal ha quedado vaciada de contenido, se ha perdido, diluido la identidad funcional, la responsabilidad, los compromisos. Cada dirección, cada departamento, carece de sentido, de objetivo y de compromiso con sus vecinos. Generan programas que nadie entiende, planes estratégicos carentes de visión estratégica, sin participación, sin vínculo con la realidad. La reforma administrativa y financiera tiene que tener como ideario la visión que nos legaron los viejos socialistas, ya fallecidos, de la primera época: la austeridad, el compromiso y la honestidad de esos padres fundadores de Mar del Plata. La tenemos que rescatar de la historia y volverla a imponer como condiciones y valores fundamentales de la administración. Los valores centrales para recuperar la Ciudad, estamos convencidos, se sustentan en dos ejes fundamentales: transparencia y verdad. Se equivocan quienes creen que la transparencia y la verdad son conceptos abstractos. Una organización obtiene resultados concretos extraordinarios y extraordinarios, cuando sus dirigentes enarbolan esta bandera y son capaces de poderlo demostrar con sus propias conductas, imponiéndose la exigencia de regir sus actos con transparencia y por la verdad. Recordando las palabras del papa Juan Pablo II, que tantos legados importantes nos diera, “la verdad sana y libera”.

C.- Recreación del contrato de confianza entre los vecinos y su municipio imponiendo la honestidad y la transparencia como paradigma de la dirigencia renovada.

Para ello se tendrá en cuenta que el estado municipal deberá estar al servicio de los intereses del pueblo y de un gobierno que cumpla con las leyes vigentes, eliminando toda rutina administrativa que solo haya servido para convalidar un statu quo de negociados, inequidad y falta de eficacia social. Deben implementarse políticas que profundicen el sistema democrático acercando el gobierno al pueblo. Ejercitando una amplia gama de instrumentos de participación ciudadana como: las audiencias públicas, la iniciativa y la consulta popular en materia legislativa, el presupuesto participativo, la planificación estratégica participativa, el acceso a la información a través del uso intensivo de tecnologías de la información y la comunicación para desburocratizar, agilizar y transparentar la prestación de los servicios, las compras y las contrataciones.

D.- Refundación de un nuevo modelo productivo para la ciudad, moderno y competitivo, que asegure la recuperación del progreso, la prosperidad, el trabajo y la inclusión con justicia social que nuestro pueblo reclama.

En los últimos cuatro años, la economía argentina se puso de pié. Tras la larga crisis y agonía del modelo de convertibilidad, se experimenta una vigorosa etapa de crecimiento, de recuperación del empleo, mejoramiento de los indicadores sociales y la distribución del ingreso. La ciudad de Mar del Plata, si bien participó de este crecimiento económico, no aprovechó plenamente las oportunidades que el nuevo contexto ofreció. Su crecimiento fue inferior al promedio nacional y al de otros grandes centros urbanos. Las tasas de desocupación se redujeron menos e incluso aumentaron en períodos recientes y muchos de los sectores que renacieron en estos años, en la Ciudad, solo se recuperaron tibiamente. Es evidente que estamos ante la oportunidad de un gran despegue que conduzca a profundizar el crecimiento económico, fortalecer el desarrollo productivo, reducir las disparidades en el desarrollo territorial, eliminar la pobreza y avanzar hacia un sendero de ocupación plena. Para ello es necesario articular las políticas nacionales y provinciales con una estrategia de desarrollo económico local, pensando también en una mayor integración con el área rural y la región dada la estrecha vinculación económica existente. La dotación de recursos humanos altamente calificados y la excelencia de las instituciones de ciencia y tecnología permiten pensar en una Mar del Plata con emprendimientos de base tecnológica y una plataforma para que la investigación y desarrollo amplifiquen las oportunidades del sector industrial. El despegue de Mar del Plata y su zona de influencia en la Región depende, en gran medida, del desarrollo industrial. En tal sentido, la Ciudad se encuentra ante una oportunidad histórica. Hoy es posible pensar en una Mar del Plata en la cual las industrias del calzado, la marroquinería y otras manufacturas del cuero, la indumentaria, la gráfica y editorial, la metalmecánica, el equipamiento médico, la química, la minera y la agrícola, entre muchas otras, crezcan vigorosamente creando productos diferenciados que se destaquen, tanto en el mercado interno como el internacional.

Trabajo e industria, educación, cultura, deportes y salud con acceso igualitario, servicios públicos eficientes, obra pública donde haga falta, no donde luzca, un municipio que agregue valor a la economía de la ciudad. Servicio a los argentinos y al mundo, mostrándoles lo que tenemos y quienes somos.

Convocamos a los marplatenses a sumarse a ese cambio.

MAR DEL PLATA, SETIEMBRE DE 2007.