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Antes que una simple reflexión académica o abstracta, queremos expresar un testimonio, porque entendemos que también se puede edificar la Patria a partir de valores e ideales, aquellos que nos legaron quienes a lo largo de estos 200 años, transcurridos desde aquel 25 de mayo de 1810 cuando comenzamos a ejercer nuestra soberanía al reconocernos como un Pueblo, que luego se constituiría en una Nación independiente, para finalmente organizarse como un Estado.
 
Hoy es necesario reconstruir, a la luz de esa historia una renovada utopía ética, respaldada en un inteligente y creativo humanismo.

Porque como bien lo señalara el Gral. Perón: "Revisar la historia es tarea ingrata, pero es inexcusable e inevitable no hacerlo; es buscar la verdad, y valorar esa verdad con criterio autóctono: de esa tarea saldrá la Comunidad Organizada, la de nuestros hijos, libre de tutelas extranjeras, y con argentinos de fe en su casa Argentina. La historia es la conciencia de la Patria, se ha dicho. Y no sabremos qué es nuestra Patria mientras se mantenga la tergiversión del pasado argentino".

Es por eso que al recordar los dos siglos transcurridos desde aquella histórica jornada debemos tener en claro lo que significa esta fecha, no es la independencia, sino la toma de conciencia del Pueblo, de su soberanía, siguiendo la doctrina del jesuita Francisco Suárez: “…el poder viene de Dios al Pueblo y el Pueblo lo delega en el Rey, no habiendo Rey el poder vuelve al Pueblo…”

El 25 de mayo iniciamos como Pueblo Argentino la toma de conciencia de que constituimos un Movimiento Nacional: que comenzó a construir su soberanía para en los años subsiguientes reconocerse como Nación para constituir un Estado que exprese a la Patria: libre, justa y soberana.

Así en los años posteriores a 1810 vendrán el himno, el escudo, la bandera, la moneda, las libertades, la independencia, el federalismo, la Constitución y la organización nacional, bicentenarios todos que iremos celebrando en los años por venir.

La espada de San Martín, el poncho de Juan Manuel, la “Causa contra el Régimen” de Yrigoyen y la histórica jornada del 17 de octubre donde el Pueblo rescató a su líder, Juan Domingo Perón; son los símbolos, los hitos y las banderas de estos años donde se construyó y consolidó esa soberanía popular, nacida en mayo de 1810.

El ciclo histórico comienza con la conciencia de la soberanía popular reconocida en la “Revolución de Mayo” y se consolida para siempre a partir de la “Revolución en Paz”, iniciada en 1945, allí se completa la plenitud de esa conciencia soberana que el Pueblo Argentino venia construyendo en su derrotero histórico, con la inclusión de las mujeres con el voto y de los trabajadores con el reconocimiento de su dignidad y derechos.

Imaginar en este bicentenario una actualización racional e inteligente de la conciencia de un Pueblo Soberano significa, antes que nada, desterrar todo aire arrogante y reconocer un enorme respeto hacia la historia, los protagonistas y la tradición de un Movimiento Nacional que cobija en su seno mártires, héroes, epopeyas sociales y expresiones comunitarias que contribuyeron a otorgar identidad y dignidad a millones de argentinos.

Estas reflexiones, como lo dijimos al principio, son provisionales y no debería buscarse en ellas ninguna pretensión original o novedosa. Abordan, apenas, una recordación histórica, que enfrenta a nuestro proyecto político, peronista por cierto, en el gobierno de un modo que no resulta ajeno al  resto de las expresiones políticas de la Argentina.

Concluimos como comenzamos con una cita del Gral. Perón, pronunciada en un discurso el 29 de julio de 1949 y que creemos que sirve para iluminar el acontecimiento que celebramos en estos días: "Cuando todos los argentinos comprendan que la grandeza de la Patria es la grandeza de los argentinos, cuando todos los argentinos comprendan que cualquiera sea la lucha que emprendan en el orden interno ella no puede estar jamás dirigida contra el país, ese día la Argentina comenzará una marcha de ascensión que no se detendrá hasta la gloria y hasta el logro venturoso de la Gran Argentina que todos soñamos".

En 200 años de historia construimos, revolucionamos, cantamos, bailamos, imaginamos, educamos, conquistamos derechos y conquistamos el mundo. Somos talentosos e ingenionosos y si también soberbios; fuimos mezquinos y solidarios; nos enfrentamos y nos abrazamos. Fuimos campeones, fuimos premiados; fuimos tragedia, dolor y contradicción. Hicimos leyes y picardías. Nos equivocamos mucho, pero también acertamos más. Nos caímos sí, pero también nos levantamos. Lo bueno pesa más que lo malo.

Celebremos juntos: Un país más grande. Un gran país.

¡Felíz Bicentenario para todos!

LA CORRIENTE – FpV - PJ
 
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